miércoles, 10 de octubre de 2012

‘Cosmópolis’. Una odisea contemporánea

             Un Don DeLillo profético y un Cronenberg en plena forma se reúnen en esta película.

Alienación, mercado global, crisis, paranoia, sexo, muerte… los temas recurrentes de la obra del genial novelista Don DeLillo se encuentran aquí, en la adaptación al cine de su novela más profética, Cosmópolis, un retrato del fin de una era, del desequilibrio y el caos de estos tiempos, que en manos del canadiense David Cronenberg encuentra un espejo eficaz y brillante, hecho a medida.


La ‘nueva economía’ agoniza

El mercado financiero se desploma, la ‘nueva economía’ agoniza, comienza el fin de una época. En Nueva York, Eric Parker, un joven ejecutivo de las altas finanzas decide cruzar la ciudad para cortarse el pelo en su barbero de siempre. Protegido en el interior de su limusina blanca, poco a poco se va adentrando en el caos. Una visita del Presidente de EE.UU. paraliza Manhattan, las calles están colapsadas y Parker, a medida que pasa el día, se convence de que alguien le va a asesinar. Es un tipo que lo tiene todo y que desde su universo de divisas, acciones y millones, intenta comprender el mundo real, el mundo al que debería pertenecer, un lugar acosado por la estafa y por la crisis.

“La novela es sorprendentemente profética, mientras que la película es contemporánea”

Es la historia de un día, relato de una odisea contemporánea, para el que el cineasta pensó en Collin Farrell cuando comenzó a trabajar en el proyecto. Compromisos profesionales de éste obligaron a Cronenberg a cambiar su planteamiento. Ofreció a Robert Pattinson el personaje principal y adaptó el guion a un protagonista bastante más joven. Los brillantes, incisivos y altamente expresivos diálogos del libro de DeLillo, sin embargo, permanecieron intactos.

No ocurrió lo mismo con algunos momentos en los que se detiene la novela, que no han llegado finalmente a la pantalla. El viaje urbano de Parker, frenado por los atascos del tráfico, se topa en el texto con una serie de acontecimientos, además de la visita del presidente. El funeral de un ídolo de la música, una manifestación política y el rodaje de una película. Éste último no aparece en la pantalla, como tampoco lo hace el final concebido en la literatura y reemplazado aquí por el ideado por Cronenberg.

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Nueve años después

Don DeLillo escribió la novela en el año 2003, entonces todo lo que hoy está ocurriendo tal vez podía intuirse, pero no, desde luego, con la puntería y los detalles con que lo plasmó el escritor. El libro, con el tiempo, se ha convertido en un retrato augural, al que Cronenberg concede con su película una absoluta actualidad. “La novela es sorprendentemente profética. Y mientras hacíamos la película, ocurrieron cosas que se describen en la novela, Rupert Murdoch recibió un tartazo en la cara, y por supuesto el movimiento Ocupa Wall Street, cuando acabamos de rodar. Tuve que cambiar muy pocas cosas para hacer la historia contemporánea –asegura David Cronenberg-. No sé si DeLillo posee acciones, pero debería, tiene una gran percepción de lo que ocurre y de cómo saldrán las cosas. La película es contemporánea, mientras que el libro es profético”.

“Me pregunto que hubiera pensado Marx de la película, porque muestra muchas cosas que él imaginó”

Y con Cosmópolis, el cineasta incorpora un tema nueva a la nómina de obsesiones de su filmografía. “Hay un tema importante, uno que no he tratado antes, el dinero. El poder del dinero, cómo da forma al mundo. Para hacerlo, no tuve que investigar en el mundo de las finanzas. Sus agentes se pueden ver en todas partes. Están en televisión, en los documentales, en los periódicos. Hacen y dicen lo que escribió DeLillo, sus patrones de comportamiento son iguales que los de Eric Packer –explica el director-. Para mí, la referencia a Marx no es trivial. En el Manifiesto Comunista, Marx escribe sobre el modernismo, sobre la época en que el capitalismo alcanzará tal grado de expansión que la sociedad será demasiado rápida para la gente, y en la que lo fugaz y lo impredecible gobernará. ¡En 1848¡ Y eso es exactamente lo que ves en la película. A menudo me pregunto que habría pensado Karl Marx de la película, porque muestra muchas cosas que el imaginó”.

Frente a la opresión

Don DeLillo (Nueva York, 1936), de origen italiano, se crió en el Bronx. Escritor al que algunos consideran heredero de las obras de Dos Passos o Kerouac, sus libros giran constantemente en torno a la psicología del individuo frente a la opresión del poder mediático y corporativo. Con Submundo(1997) se dio a conocer, aunque ya anteriormente había conseguido el National Book Award porRuido de fondo. Es autor de novelas, obras teatrales y un guion cinematográfico (Game 6, 2005), que rodó Michael Hoffman, con Michael Keaton y Robert Downey Jr.

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