Traducción:
"El declive de Babilonia"
Los temas negros serpentean a través de una historia de privilegiada perversidad y decadencia situada en la capital del mundo de las películas, escrito por Craig Mathieson.
Un viaje a través de la escabrosa mentalidad maligna de Hollywood que se inicia con el narcisismo y termina con rituales de muerte, Maps to the Stars puede ser la idea de David Cronenberg de una comedia. El veterano director canadiense ofrece una temática salvaje pero a veces derivada llevada a Los Angeles que no es exactamente la revelación que imagina ser. Es una película sobre la gente que hace películas, se trata de una producción entretenidamente errónea.
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Comienza, como siempre en las películas de Hollywood, con la llegada de una mujer jóven a la ciudad. Pero Agatha Weiss (Mia Wasikowska) no es una recién llegada; ella es una chica de 18 años volviendo a su casa después de estar en una institución privada en Florida, en dónde su familia la puso hace cinco años, después de un incidente auto-infligido que la dejó marcada físicamente y que casi acaba con la vida de su hermano menor, Benjie (Evan Bird), ahora una feroz estrella de cine problemática de 13 años, con una boca sucia y una reciente temporada en rehabilitación.
La distanciada familia de Agatha la considera un peligro: su padre, el Dr Stafford Weiss, es un corrupto terapeuta de celebridades en espera de su próxima gira de promoción; su madre Christina (Olivia Williams, usando el corte de pelo de Kris Jenner) es la "mamager" (juego de palabras entre mamá y manager) de Benjie, un padre que tiene a su hijo como cliente. El miembro de la familia que se ha estado en una institución (Agatha) puede ser el más cuerdo de una manera genial, con un giro en la historia condenatorio que gusta.
Hollywood ha tenido durante mucho tiempo un aspecto ictérico de sí mismo, primero en las novelas de guionistas hastiados y luego en las películas que muchas veces proporcionan jugadas predecibles como estrellas hastiadas y agentes rapaces. Nunca se ha hecho mejor que en 1950, cuando "In a Lonely Place" de Nicholas Ray y "Sunset Boulevard" de Billy Wilder fueron ambas lanzadas, y esas dos películas entre ellas delinean los intereses de Bruce Wagner, quien escribió Maps to the Stars.
Novelista y escritor de guiones, Wagner no ha tenido tanta consciencia de Hollywood como cronista de privilegiada perversidad. A través de las novelas, comics y series de televisión, ha tratado de desmembrar el motor de la ciudad de la fama y la riqueza con montones de surrealismo seco e ingenio negro. Wagner está a la vez fascinado y horrorizado con la industria que lo apoya.
Como ha sido muchas veces el caso en la segunda mitad de su carrera, Cronenberg aplica un enfoque nítido para que alguien le de cuerpo al trabajo de alguien más. La película todavía está llena de jerga de Hollyhood, como cuando la decolorada estrella de cine Havana Segrand (Julianne Moore) habla de contratar a una "puta que haga las tareas" - una nueva asistente personal - y termina con Agatha, por recomendación de Carrie Fisher ,nada más ni nada menos. Pero también está llena de conducta preocupante y perturbación psíquica.
Havana, cuya necesidad abruma completamente la moralidad, está teniendo visiones de su fallecida madre, una estrella de cine de un sólo éxito, Clarice Taggart (Sarah Gadon), que se burla de la incredulidad de su hija.
Pronto Benjie, que está filmando una secuela de su éxito de taquilla para adolescente:"Bad Babysitter", es perseguido por una chica que visitó en el hospital como una tarea de relaciones públicas, y la locura es considerada como una consecuencia para las celebridades. El personaje más ajustado, es el del aspirante a actor y conductor de limusinas Jerome Fontana (Robert Pattinson).
Cronenberg filma esas escenas con funcionalidad sin pretensiones, dejando las aumentadas y un poco distantes actuaciones para vibrar con inquietud. El cineasta que trajo el horror al maistream tres décadas atrás con "Videodrome" y "The Fly" trata el alma más ligera, dibuja comedia de humor negro con Havana celebrando una pérdida sufrida por una actriz rival o convirtiendo una charla padre e hijo entre Stafford y Benjie en una reunión incómoda.
El problema es que el guión de Wagner no se contentan con satirizar a los famosos y su infraestructura - añade un origen místico, como un conjuro hablado que varios de los personajes recitan. "Escribo tu nombre" es una línea repetida varias veces, y el efecto no es tan provocativo como pretencioso.
Maps to the Stars se sitúa entre el exceso de jabón del "Desperate Housewives" de la televisión y las psiquis fracturadas de "Mulholland Drive" de David Lynch, en sí misma una visión rebelde de Hollywood. Ese es un destino curioso para un director que es recordado por poner una cabeza explotada en "Scanners" de 1981. Si se trata de una provocativamente divertida película para los que van en decadencia, es también uno de los menores trabajos que Cronenberg haya creado.
Traducción: AllYouNeedIsRob
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