*Ok, subo ésta entrevista de hace unos meses porque VF España sacó una entrevista con Rob citando fuera de contexto y desvirtuando algunas cosas de acá, siempre que la entrevista no sea en inglés, desconfíen*
El actor presenta ‘High life’ en San Sebastián - Envíado Especial 28/09/2018 22:29 JAVIER ETXEZARRETA / EFE
Robert Pattinson (Londres, 1986) no se paró a hacerse fotos con los fans que esperaban el miércoles su llegada a San Sebastián, pero al día siguiente se metió a la prensa en el bolsillo hablando de todo con una espontaneidad poco habitual en un actor de su fama; tanta, que frecuentemente dejaba caer un "uy, tal vez esto no lo tendría que haber dicho" acompañado de una risa nerviosa y traviesa. Pattinson pasaría por un simple mortal si no fuera por una melena de esas que sólo puede tener una estrella de Hollywood. Significativamente, en High life, la sensacional y compleja incursión de Claire Denis en la ciencia ficción que presentó el jueves en San Sebastián, el actor lleva la cabeza rapada.
¿Qué poder tenes en este momento de tu carrera? ¿Podes hacer que una película independiente como High life se produzca sólo por el hecho de protagonizarla?
No, de ninguna manera. De hecho, ni siquiera fue fácil para mí estar en esta película. Hay actores que leen guiones y dicen: "Quiero hacer este personaje". Pero yo lo que quiero es trabajar con directores y, a veces, pasan años hasta que me siento con alguien a quien admiro por discutir un proyecto. En cualquier caso, la financiación no depende de mí; quizás un poco, pero no soy determinante. High life la financió Claire, como todas sus películas. No es como si yo llegara y haga magia, no tengo ese poder. Salvo que quiera hacer una película de vampiros, claro. [Ríe.] Entonces sí podría conseguir dinero, 20 dólares como mínimo. Pero ya hay suficientes películas de mierda en el mundo".
Tras la Saga Twilight es evidente que querías hacer películas menos convencionales. ¿Crees que, sin embargo, la gente todavía te mira con prejuicios?
Espero que no. Entre película y película de Twilight agarraba cualquier papel que me ofrecieran y, sinceramente, no sabía en qué dirección quería ir después. Pero entonces apareció Cronenberg. Yo ni siquiera era consciente de que podía trabajar con este tipo de directores. Y fue una experiencia tan divertida y satisfactoria personalmente... Cosmopolis es una película muy singular que no intenta complacer al público, ni siquiera tiene un público. Cuando haces películas de consumo masivo sabes que las verá mucha gente, pero la mayoría se irán del cine pensando que no está mal y lo olvidarán enseguida. Pero con filmes como Cosmopolis, que ni siquiera se pueden ver en muchos lugares porque tienen una distribución pésima, sé que al cabo de un par de años alguien la verá por televisión y pensará: "Oh, Dios mío, es la mejor película que he visto nunca". Cuando la presentamos en Toronto muchos se marcharon del cine, pero a la gente que se quedó le gustó mucho. La conexión de los espectadores con este cine es más real. Hay que ser burro para que tu película favorita sea un blockbuster que ha sido diseñado para que te guste [risas].
¿Hollywood continúa ofreciéndote películas comerciales o ya te dejaron por imposible?
Para ser el actor protagonista de un blockbuster de Hollywood te deben gustar los deportes más que a mí. Ni siquiera sé lo que significa ser comercial. Hay sólo tres o cuatro actores que son consistentemente comerciales: Mark Whalberg y un par más. La posibilidad de que me den una de estas películas es muy baja. Prefiero hacer filmes que intenten llegar a lugares interesantes y actuar para los directores que admiro, los que hicieron algunas de las películas que me cambiaron la vida. Al mismo tiempo, no sé cuánto tiempo podré hacerlo. Todavía hay productores que me ven y piensan: "Con él seguro que nos verán los fans de Twilight"; pero no sé hasta cuándo durará esto. Por suerte también empieza a haber directores, especialmente jóvenes, que quieren trabajar conmigo porque admiran a los cineastas con los que trabajé últimamente.
Salvo en el final de Twilight, no habías hecho de padre antes de High life. Para las actrices suele ser un punto de inflexión. ¿Y para vos?
No lo he sentido así. Es cierto que al final High life termina siendo una historia sobre la paternidad, pero cuando la leí, al principio, pensaba: "¡Wow, una historia sobre el incesto!" [Risas]. Creía que sería una película muy loca y que, eventualmente, mi personaje acabaría teniendo una relación con su hija. Y no, al final su relación es muy dulce. Pero lo que me atrajo de la historia fue lo que tenía que ver con el tabú. Vivimos en una sociedad en la que resulta difícil explorar o simplemente hablar de algunos temas porque se ha decidido que son problemáticas y desaparecen del mapa, como si viviéramos en un estado totalitario. Por eso me gusta trabajar con gente que no tiene miedo de explorar ideas que hacen sentir incómoda a la gente.
Claire Denis dice que la palabra sexo no le gusta para describir uno de los temas de High life. Pero el film hay un aparato que se llama Caja para Coger.
Es curioso, porque inicialmente se iba a llamar Máquina del Amor. Con frecuencia se describe todo lo que sea sexual con términos brutales y extremos, pero en este caso... Bueno, esto no es una máquina del amor, ¡es un consolador gigante de metal! [Ríe.] Claramente, hay que decirle Caja para Coger. Claire tiene una relación muy especial con las palabras, nunca sabes qué puede elegir para definir algo.
¿Cómo es trabajar en una película de Claire Denis?
Es difícil de explicar. Por ejemplo, no te sabría decir de qué va la película, quizá ninguna película suya, pero en todas hay algo intangible, la forma en que ella ve el mundo. Y como actor es muy interesante formar parte de todo esto, no es como estar en una película normal. No entendés qué aportas a la historia, no sabes muy bien qué ve en vos, pero definitivamente ve algo. Y crea una atmósfera muy buena, siempre está alerta de lo que ocurre al set. Tenés la sensación de que está buscando algo juntos, es muy satisfactorio.
¿Hay alguna diferencia entre trabajar con un equipo y un director europeo y con un norteamericano?
Trabajar con actores europeos es diferente, porque vienen de países donde el cine de autor es importante. En Estados Unidos ya no se hace cine de autor y esto afecta el estilo interpretativo. Aunque hay películas de autor pero no las ve nadie, como las que hice con Cronenberg. Antes, en Estados Unidos, este tipo de películas tenían público, pero ya no. El otro día veía Killing Zoe [de Roger Avary] y alucinaba: más de la mitad de la película está en francés sin subtítulos... Y es una película norteamericana, ¡una película comercial de los 90! ¿Qué le pasó al público? Se volvieron idiotas.
Trabajaste con grandes directores. ¿Te gustaría dirigir?
De joven pensaba que sí pero no sé si sería un buen director. Soy una persona muy desorganizada y buena parte del trabajo de los directores es organizar. Y hay que tener una voluntad de hierro, mientras que hacer de actor te hace ser cada vez más maleable y menos cerrado de mente. Es impresionante verla a Claire en un rodaje, diciendo a 200 personas lo que tienen que hacer y lo que no, renegando todo el tiempo... Pero yo sería incapaz de imponerme, terminaría pidiéndole perdón a todo el mundo.