Robert Pattinson y Brady Corbet: Hermanos en armas
La estrella de Twilight y su director, un viejo amigo, en su
desafiante nueva película — un film inteligente que va contra la
corriente en un Hollywood moderno.
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| Admiramos a ellos: Pattinson y Corbet, su director en The Childhood of a leader. |
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La cosa más curiosa sobre la nueva película de Robert Pattinson es, bueno, es toda rara. Desde una inclinación de la cámara que apenas muestra a los actores, hasta una historia sobre el fascismo que necesitas trabajar realmente duro inlcluso sabiendo que habla sobre el fascismo, es un eufemismo decir que The Childhood of a Leader está tan alejada de la gran estrella del éxito vampiro, Twilight, y que no compartirá absolutamente ninguno de sus fans.
Es como Justin Bieber renunciando a los hits pop amigables con los charts para grabar un disco de electro indonesio. Así que, en un club de miembros en Londres, durante el café de la mañana, le pregunto al actor, el por qué — ¿Por qué hacer algo tan peculiar?
“¡Porque no existe nada más!" dice, riendo. Se ríe un montón, un poco nerd, como un adolescente en su cama mirando un particularmente buen episodio de South Park. Las películas grandes, explica, simplemente no le son interesantes. En los ´90 existían opciones en el maistream, dramas o películas de acción para adultos, pero ahora... “Tú unica opción es hacer una película de super heroes,” dice, refiriendose a las 71 adaptaciones de comics en las que actualmente se está trabajando. “Podés hacer a un superheroe, o podes hacer películas indies, ¡Eso es todo!” Suena exasperado. “Ni siquiera podes hacer las películas de Nicolas Cage,” dice. “Ni siquiera podes hacer Con Air. Amaría hacer Con Air.”
Como él dice, sin embargo, películas como Con Air no existen ahora. Así que en su lugar, en éste verano de relleno ruidoso, el forma parte de The Childhood of a Leader, hecha por su viejo amigo — y en su primera vez como director — Brady Corbet. Él también está aquí. Ambos hombres están de azul oscuro: el cineasta con una bufanda, a pesar de ser verano; la estrella en jeans y una remera que se ve como si hubiera sido comprada en GAP hace como ocho años. Pattinson es tan bajo pefil como eso. De hecho, estoy seguro que es la misma ropa que llevaba cuando me lo encontré en 2014 en el Festival de Cine de Cannes. Le digo que pensé que tenía una increíble resaca ese día. “No me sorprendería,” admite, sonriendo. Ha tenido mucho que celebrar ese año, desde promocionar dos películas en el evento de cine de autor más grande del mundo: una de ellas del director de culto australiano David Michôd ("The Rover"), la otra: su segunda película con David Cronenberg (la grandiosa "Maps to the Stars"). Algunos saltos de credibilidad para un hombre joven que por lo único que se lo conocía era por interpretar a un no muerto en una saga adolescente y por romper con su co-estrella, Kristen Stewart.
“Ese Cannes que me viste, sin embargo,” dice Pattinson mientras discutíamos de su dramático cambio de carrera, “Brady estaba en, como, ocho películas. Fue algo increíble. Yo estaba tan orgulloso de mí mismo porque tenía dos, y entonces, cada 10 segundos, el estaba en una película diferente.”
Corbet (que rima con “sorbet”) se mueve incómodamente. Ninguno de los dos es remotamente arrogante, así que, enfrentando un soplo de Pattinson, el director retrocede. El actor tiene un punto, sin embargo. Si conoces a Corbet, es muy probable que sea porque estás viendo el mejor cine de autor europeo de los últimos cinco años. Estuvo en "Melancholia" (Lars von Trier), "Clouds of Sils Maria" (Olivier Assayas) y "Force Majeure" (comedia negra esencial sueca).
“Quiero decir, nunca me presenté a ningún lado con un bloc de notas,” dijo, cuando le pregunté si había estado usando esos roles para aprender cómo ser director. “Tenía curiosidad de ver como trabajaban aquellos a los que realmente admiraba. ¿Quién no lo estaría? No fue mi intención que parezca que me perdí en un set de filmación europeo, diciendo ¡Hola! en las películas de todos.”
Son un par divertido, todo es ingenio agudo y ocasionalmente risas estridentes interminables. Ellos han sido amigos por 10 años,se conocieron cuando Pattinson se mudó a LA. Corbet saltó a la fama de tabloides con el adolescente "botón de empuje", "Thirteen" (2003),antes de un papel muy diferente en una remake de Thunderbirds (“Lo conocí en una firma para fans,” bromea Pattinson), después hizo de uno de los asesionos en el refrito estadounidese de Michael Haneke de "Funny Games". Ahora tiene 27 años y tiene un hijo con su socia noruega (y co-guionista de The Childhood of a Leader), Mona Fastvold. Pattinson tiene 30 años y está comprometido con la pop star experimental FKA Twigs, dependiendo del día que chekees en internet.
Su película es tan inescrutable como ellos; muy de culto, el soundtrack está hecho por Scott Walker. El protagonista es "El chico" (Tom Sweet), y lo que ocurre es que, en 1918, se muda a Francia porque "El padre" (Liam
Cunningham) es un diplomático que trabaja en el Tratado de Versailles. Todas esas cosas que le pasan al protagonista lo convertirán en un lider fascista décadas después. La estrella de Twilight interpreta a un periodista influyente y un papel sorpresa que es mejor guardarlo en silencio.
Filmada de manera inquietante, como una película de terror, hace a los espectadores testigos de una catastrofe futura, pero sin darles muchas pistas. Realmente te hace pensar. “La película es alegórica, no es algo literal como que dos y dos son cuatro,” explica Corbet . “La cosa más absurda con los documentales sobre historia del origen de los villanos del siglo 20 es que siempre hay un punto de inflexión que los define. Lo cual es absurdo — momentos aparentemente sin importancia nos forman tanto como los traumáticos. Me relaciono más profundamente a veces con el perfume de mi madre cuando yo tenía 5 años que con el duelo de un amigo que falleció.”
Está claro que no es un hombre para un argumento rápido.
Le pregunté a Pattinson cómo Corbet le vendió su película. “Creciendo en Inglaterra,” me explicó, “tenés una aversión natural a las películas de época, especialmente si fuiste a una escuela privada. Así que tan pronto como te dan un guión de época, estás como, ‘Ugh’. Pero leí ésto y se sintió tan extrañamente contemporaneo. Fue realmente inusual.” Corbet está de acuerdo con eso que es una película sobre el extremismo, que tiene una resonancia en éstos días modernos. “Desafortunadamente,” suspira, “Podría hacer la película en 100 años y nunca sería no relevante.”
Quizás el británico pin-up, llamado R-Patz por los fans, que encontró la fama poniendo mala cara, se ve como una unión extraña para éste reflexivo estadounidense que decidió que Hollywood era insuficiente para su cerebro, tales nociones se desvanecen rápido. Corbet tiene un tipo de intelecto sarcástico, y se apresura a burlarse de ciertos inversionistas del cine que sólo realizan copias de dramas sociales sobre “un depresivo conductor de taxi y su hijo adoptivo,que es un antigüo refugiado. Ellos encuentran redención juntos.” Pattinson puede decir menos, pero lo que él hace dice las cosas, y, en una metáfora estirada, dicha eficiencia también resume lo que él le va a aportar a su nueva película.
Sin rodeos, sin él, "The Childhood of a Leader" no se hubiera podido hacer. Corbet intentó conseguir financiación por años, de momento un montón de actores — especialmente los jóvenes — buscan cualquier papel viejo, pensando que lo que van a hacer es: el dinero sobre el método. Pero Pattinson, insiste, no es así.
“Es la forma más inteligente de utilizar el éxito,” Corbet dice. “Debido a la manera en que se venden los trabajos es que los actores se convierten en objetos con un cierto valor, y efectivamente se convierten en intérpretes y en productores, porque podes llamar a un cineasta que está teniendo un momento dificil para hacer su película y, bueno, de repente... La participación de Rob significa que puede estar en camino de que se haga.”
Le pregunto a Pattinson si cree que su base de fans de veinte años han seguido su extraño camino. “A veces,” dice, inseguro. “Pero muchas de las cosas son muy oscuras. Creo que no hay manera de que si viste The Rover, no podes pensar, ‘Él está tratando de encontrar cosas completamente nuevas.’ El punto es estar desorientado, estoy tratando de hacer eso conmigo mismo.”
Las películas de Twilight eran un paquete mixto, pero sus protagonistas, como Daniel Radcliffe que salió de Harry Potter, lo usaron como ventana también. Kristen Stewart es quizás la mejor actriz menor de 30 años; mientras que Radcliffe tomó su momento y dinero que consiguió interpretando al niño mago para pasar el tiempo en obras de teatro y haciendo su nueva película sobre un cadaver flatulento. Estos actores fueron extremadamente demasiado jóvenes, y se escaparon del mainstream. Mientras que algunos (Ruffalo, Johansson, Cumberbatch, Adams, Leto) la gente los considera desechos superiores en la mitada de su carrera en películas de superheroes, éstos tres han buscado retos. Pattinson habla de que a Cronenberg le habían preguntado si el talento en las películas basadas en comics elevaba el material, a lo que el director contestó, no, “siguen siendo sólo unos tipos tontos con capa”.
Corbet intervien. Eso es, dices, “es un momento extraño” en la cultura. “Hay tanto contenido, y es increíble lo malo que es en su mayoría,” dice, moviendo la cabeza y sonriendo al mismo tiempo. “Tal vez sea sólo porque soy un cascarrabias, pero creo que es posible que todo sea una mierda. Hay una cosa extraña ahora cuando vas con tus amigos a cenar, y todos hablan sobre placeres culposos.”
“Pero no se puede simplemente tener placeres culposos,” dice Pattinson. “Porque entonces son sólo tus placeres!"
Corbet es un pensador preocupado, típico de un joven, indie, angustioso y con un montón de tiempo para leer. Pattinson, sin embargo, es la sorpresa. Nadie piensa que lo opacaron, sino todo lo contrario ya que un actor joven enormemente famoso que juega el juego de la publicidad raramente encuentra el nervio para dar una opinion. Pero tiene sus visiones sobre TV. Dice que las personas son más comprensivas con las actuaciones en la pantalla chica, ya que es como si los visitaran en su casa, es fácil. “Pero el hecho de ir al cine,” continúa, “la gente piensa, ‘Tuve que pagar, tuve que viajar. Ahora tenes que ser entretenido. Entreteneme.’ Con la TV, si te comprometes a no ver nada durante 30 horas, ya no tenes que averiguar como presentar un trasfondo, como en una película. El trasfondo está en la superficie. Estira cualquier actuación y podes crear un trasfondo en tu propia cabeza como espectador. Parecen actuacions mucho más matizadas, con puntos de la trama más estirados.”
Tal vez él siempre fue una persona ajena. Tal vez por eso era tan bueno en el papel del vampiro marginado por la sociedad, Edward Cullen. Me pregunto si uno de los motivos de superarlo, sin embargo, fue para evitar las gigantescas giras de prensa mundiales. Él se encoge de hombros. Las disfrutaba, dice. “Simplemente pasaba el rato ociosamente, todo el tiempo .”
Hay más. Admite que su primera corrida publicitaria fue de 80 entrevistas por día — durante semanas sin fin. “Te sentís demente, pero creo que el estudio cortó mis días porque epecé a hablar muchos disparates.” ¿Su consejo para cualquier actor en similar circunstancia? “Que sea totalmente una responsabilidad."
The Childhood of a Leader se estrena el 19 de Agosto
