domingo, 2 de agosto de 2020

Entrevista de Rob en La vanguardia haciendo prensa para Dior Homme 2020 + Nuevo Outtake de la campaña: Robert Pattinson, el escapista que apostó por el riesgo: “El trabajo amplía la comprensión de uno mismo”

ENTREVISTA

El actor vuelve a la senda de las grandes producciones con 'Tenet', cuyo estreno se está retrasando por la Covid-19, y ya se ha metido en la piel de Batman, pero sigue fiel a su papel como imagen de Dior Homme


Hay algo en él de esquivo, de escapista, de intimidad cerrada a la curiosidad ajena. Un poco de James Dean, un poco de Marlon Brando –entre los dos él elige al último–, algún tic de su admirado Jack Nicholson… Ni rastro de la vida de Robert Pattinson en las redes, más allá de múltiples cuentas ajenas que coleccionan sus fotos. “Después de haber conocido el éxito no te fías de la gente y pasas mucho tiempo escondiéndote”, decía hace seis años en el Magazine. Si plegamos ahora el tiempo, como parece que hará en la próxima película de Christopher Nolan, que sigue retrasando su fecha de estreno por el impacto de la pandemia de coronavirus, podríamos deducir que su manera de ocultarse ha estado a la vista de todos, buscando proyectos que fueran en dirección contraria a la fama.

No es un coleccionista de fans. A los 22 años, con la cuenta corriente más que saneada gracias a la saga vampírica de Crepúsculo, se permitió el lujo de hacer lo que le vino en gana, sin explotar su cartel de guapo oficial milénico. Aparcó el romanticismo, ni se planteó visitar esos dramas históricos que tan bien sientan a los actores británicos, se alejó de los focos y empezó a llamar personalmente a los cineastas con los que le interesaba trabajar. Ha rodado a las órdenes de David Cronenberg en Cosmopolis (2012) y Maps to the Stars (2014);  de Werner Herzog en La reina del desierto (2015); y de Claire Denis en High Life (2018)… 


Se ha currado el currículo a base de cine de autor y personajes complejos. Sin convencionalismos. Apostó por el riesgo en vez de acomodarse; por la rareza frente al blockbuster. “En los últimos cinco años, trabajar con directores extraordinarios ha ampliado mis expectativas sobre dónde deseo dirigir mi carrera profesional. Creo que siempre que trabajas con alguien especial, como Claire Denis, por ejemplo, lo único que quieres es seguir teniendo experiencias similares”, valora. El faro (2019) resume un poco lo que ha sido su trayectoria: “un proyecto muy creativo y satisfactorio, pero las condiciones lo convirtieron en algo muy duro. Un clima extremo casi todos los días…”, recuerda ahora.

Cambiemos el clima por la recaudación en taquilla para entender mejor la visión que tiene Pattinson de la industria cinematográfica: “Siempre hay películas extraordinarias en los festivales de todo el mundo. Desearía que hubiera alguna manera de conseguir que un público más numeroso pudiera ver las películas de menor presupuesto. Sin embargo, me agrada ver que cada vez existen más festivales internacionales a los que acude un gran número de espectadores”.


Hasta aquí la teoría. La Warner le envió a pesas y material de ejercicio para seguir la rutina diseñada a medida por el inevitable entrenador personal. “Me siento culpable porque no estoy haciendo tanta actividad física como debería, ahora no estoy haciendo prácticamente nada", confesó a la revista. Antes de convertirse en Bruce Wayne, cuando le preguntaban por la puesta en forma se limitaba a comentar: “Corro y hago jiu-jitsu”. Igual acelera a última hora en esto de la puesta en forma. Si nosotros podemos, él puede.

Necesitó “un par de tragos de tequila”. Pero ahí está, bailando al son que marca The Blaze. Lo que más recuerda de la cuidadísima campaña de Dior Homme es “tener que bailar solo delante de 200 bailarines. Se trata, sin duda, de la primera vez y probablemente la última que sucederá”. [risas] ¿Su inspiración? El vídeo Fatboy Slim con Christopher Walken. Pattinson es un gran aficionado a la música, toca la guitarra y el piano, ha escrito canciones y hasta dio algún concierto. Apunta que Van Morrison nunca le falla pero ahora mismo su referencia son D'Angelo y Ohio Players.

La relación de Pattinson con Dior dura ya 7 años: “no es superficial”, señala. Se ha visto al actor madurar y evolucionar. El ídolo adolescente proclama ya sin ambajes I’m your Man, con la melancólica voz de Leonard Cohen. Una campaña más emotiva para dar una visión de la nueva masculinidad que, según el actor, “debería ser tan libre como se desee ser”. Para él, ser el hombre del alguien hoy en día es algo modulable: “Depende del hombre de quién trates de ser. ¡Hay que ser flexible!”

Nuevo Outtake

Dior tiene muy buen ojo para buscar una buena imagen que represente sus perfumes. Decir que Robert Pattinson es un hombre atractivo es una obviedad ahora avalada por la ciencia. Según los cánones de la proporción áurea de phi, una regla que relaciona la belleza y las matemáticas en busca de la “cara perfecta”, los ojos, frente, mentón, mandíbula, labios y anchura de la nariz de Pattinson rozan la excelencia, con un 92,15%. Nada que impresione especialmente a un actor que se ha alejado todo lo posible de esa etiqueta, siempre consciente de que “te categorizan rápidamente por tu aspecto”. La barba crecida, el pelo largo y calculadamente despeinado (si le queda así por libre es para subir nota en eso de Phi), una mirada a veces un punto dormida y una fotogenia innegable por la que se quita importancia: “¡El mérito lo tiene trabajar con fotógrafos realmente geniales!”

“No tener el tiempo suficiente para hacer todo lo que quiero hacer”, es lo que le impulsa a levantarse por las mañanas. Para hablar de por qué lucha en la vida, se pone serio: “Lucho para no verme obligado a pensar de una manera prescrita en el confuso mundo en que vivimos”.

Una relación de siete años
Virilidad, sensualidad y ternura

“La nueva Dior Homme es una declaración de masculinidad, intensamente amaderada. Si tuviera que definirla con tres palabras serían virilidad, sensualidad y ternura”. Gracias a François Demachy, el ‘naríz’ de la marca, Pattinson conoce muy bien el lenguaje del perfume. “Me aporta seguridad personal; transmite una masculinidad que es obvia y seductora al mismo tiempo”, comenta.
Tiene lo que él busca en una fragancia y encaja con su idea de cómo han de ser los perfumes de hombre “reconfortantes, envolventes y no amenazantes”. 

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