El actor británico de encanto tenebroso encarnará al justiciero enmascarado en la próxima Batman. Inspiración del nuevo Eau de toilette Dior Homme, continúa su ascenso irresistible.
"Reivindico mis orígenes europeos, mi gusto por la literatura, la música y el cine de autor. Siempre quise una sola cosa: hacer bien mi trabajo y ser un buen actor", explica con seriedad el actor inglés Robert Pattinson, como si tratara de comenzar la entrevista con una aclaración: conocer la fama no era una prioridad para él. ¿Qué pasa si su vida como actor comenzó con un malentendido?
¿Cómo, en efecto, se explica que este cinéfilo, admirador de la Nueva Ola, amante del cine neorrealista italiano, cuya película favorita es One Flew Over the Cuckoo's Nest, del checo Miloš Forman, se convirtiera en un ícono global a los 22 años, después de interpretar el papel de Edward Cullen, el vampiro de Twilight?
Es contar sin el azar que a veces hace las cosas bien.
Explicamos:
UN TALENTO PRECOZ
Robert Pattinson quería ser actor, y su familia lo apoyaba en esa decisión. Creció en Londres en un entorno acomodado que frecuentaba cines, teatros, a quien le gusta la literatura y la música. A los 15 años, se inscribe en una compañía de teatro. A los 17 años, fue visto por un agente y filma dos películas para televisión. A los 19, actuó en el cuarto episodio de las aventuras de Harry Potter. Y luego Twilight. "No tenía ni idea de que esta saga se convertiría en un éxito tan grande, nadie, por otra parte, pensaba que esto se convertiría en un tsunami", comenta hoy el que atravesó el corazón de millones de adolescentes
. Kristen Stewart, su compañera en la serie y ex-novia, recuerda «esta época de adoración angustiante y mórbida» y de «sus apariciones públicas» que se transformaban en disturbios. Un astrónomo ruso incluso le dio al joven actor el nombre de un asteroide: (246789) Pattinson.
DESHACERSE DE TWILIGHT
Su existencia se vio acompañada de una gran multitud, mientras que su sueño hubiera sido vivir con mayor tranquilidad. "Nunca pensé que saldría de eso. Un éxito así puede encerrarte para siempre en una prisión de oro, y es difícil deshacerse de esa imagen, volverse creíble después de cierto papel, que te canibaliza. Tenía que pensar en mis elecciones futuras con mucho cuidado. Tenía que considerar todo de acuerdo a mis gustos, mis orígenes y mis deseos".
En 2012, el año del quinto episodio de Twilight, Robert Pattinson comenzó un giro de 180 grados. Tenía un solo objetivo: hacer que Edward Cullen, ese personaje dominante con piel suave y diáfana y ojos miel, sea olvidado. El joven comienza su silenciosa conversión, amargo como el ascenso del Himalaya. Cada salida del campamento base es un desafío, es una forma de deshecharlo y que forma parte de la construcción de su identidad como hombre y artista.
APUESTA EXITOSA CON DAVID CRONENBERG
El camino hacia estos picos que él codiciaba fue muy rápido. ¿Qué tenía en vista? El cine de autor a la altura del cinéfilo y lo literario que es. ¿Su grial? Lo encontrará en primer lugar con el director David Cronenberg, el cineasta canadiense oráculo de la modernidad y de sus desórdenes, inmenso orfebre de fantásticas atmósferas. Será Cosmópolis, una fábula terrible sobre el capitalismo vista a través de los ojos de un empresario que pasa el día enclaustrado en su limusina y que cruza Nueva York.
Pattinson interpreta a Eric Packer, un chico de oro cínico y sexy, que está a punto de perder su imperio debido a la crisis. La estrella ilustra perfectamente cómo la enfermedad del dinero, el éxito y la posesión, que irradia la película y caracteriza nuestro tiempo, desencadena libidos mórbidos. Con esta película, Robert Pattinson cambia el registro y especialmente el método: Cronenberg tiene la reputación de nunca haber ensayado las escenas y de entregar a sus actores en el aturdimiento de la improvisación. La película se presentó en competición oficial en Cannes. El excelente actor realiza su sueño y entra en las grandes ligas.
CINE DE AUTOR Y BLOCKBUSTERS
Dos años más tarde, volvió a subir los escalones del Festival, también con Cronenberg, para Maps to the Stars, una sátira chirriante del ambiente de Hollywood, donde compartió el cartel con Julianne Moore y Mia Wasikowska. Él es una estrella. Filmar con Cronenberg le dio la confianza y la audacia que necesitaba para finalmente salir de la caja de Twilight. De un papel a otro, el actor madura, crece. Oscuro pero profundo. Filmó The Lost City of Z con el director James Gray (autor de Little Odessa y Two Lovers), luego High Life con la cineasta francesa Claire Denis, un emblema en sí misma, que adora "por su pasión por el cine". A finales de 2019, lo vimos como aprendiz de farero en The Lighthouse, con Willem Dafoe. Una singular y áspera película de terror en blanco y negro dirigida por Robert Eggers, aclamada por la crítica. Y el próximo mes de julio saldrá Tenet, de Christopher Nolan, padre del "éxito de taquilla con alma". Nueva prueba de la intransigencia de este actor.
MADUREZ GLAMOROSA
Robert Pattinson tiene 34 años hoy. El joven inglés impaciente se transformó en un adulto que se impone. Una fuerza silenciosa que está protagonizando la campaña publicitaria del nuevo perfume Dior Homme, del que es musa desde 2013. Para celebrar este nuevo y fascinante perfume, más masculino y sofisticado, que se adhiere tan bien a su piel, el actor resucita ante la cámara del dúo The Blaze - Guillaume y Jonathan Alric, estrellas del electro francés y artistas de videoclips - él representa al héroe urbano, con su evidente atractivo sexual, su atractiva locura y su atractiva extrañeza. Los directores pudieron filmar, en las calles de Nueva York, a un Pattinson ultra sensual tanto en camiseta como en esmoquin.
Hoy, en el horizonte de todas las posibilidades, el actor se permite no prohibirse nada. Después de haber irradiado en el cine de autor, vuelve a los éxitos de taquilla: interpretará al famoso vigilante de Gotham City en The Batman, de Matt Reeves, evento cinematográfico actualmente en rodaje, que se estrenará en 2021. Robert Pattinson continúa su avance con el enmascarado. No es el menor de sus encantos.