Lo mejor de Robert Pattinson es lo raro que es. Si no actuara, él sería el que está en la oficina sonriendo con media boca y saliendo de su camino para evitar el enfriador de agua. Él es amable, pero raro - con una risa como Butt-head si hubiera ido a una buena escuela independiente en Barnes.
(Se refiere al personaje Butt-head de la serie de tv "Beavis and Butt-head"). Nos conocimos en mayo en el festival de cine de Cannes, una vez que había terminado su cigarrillo bajo un cielo que apenas podía contener su lluvia. Llamar a su ropa "grunge" sería un perjuicio a la idea de lo que entra en grunge. Es sólo desordenado: camisa de leñador, remera, zapatillas, jeans blancos.
"Tengo mucha resaca", se queja, como doy vuelta la cinta.
"Me siento absolutamente desagradable."
La habitación está llena de profesionales de mierda. Se sientan en grupos, por 15 minutos con R-Patz, para tener una cita sobre Twilight para difundir en internet. La saga de vampiros terminó pero sigue siendo un no-muerto. De 2008 a 2012, esas 5 películas, basadas en la novela de Stephenie Meyer, hicieron 2 billones de euros en todo el mundo y fomentaron una base de fans que sigue fervientemente enamorada de su protagonista. Para muchos, él siempre será Edward, el inmortal que se preocupaba y se enamoraba de Bella (Kristen Stewart). Le agregaron cierta mística al convertirse en una pareja fuera de la pantalla, también. Se lanzó en un papel clave en Harry Potter y no es sorprendente que el galán pálido haya pasado gran parte de su vida en los titulares. Fue un raro "volverse mayor" (se refiere a como tuvo que madurar) para el menor de tres hermanos que creció en los suburbios de Londres y que me entero que no hace grandes películas.
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