viernes, 15 de junio de 2012

Articulo del Panorama: Robert Pattinson busca reinventarse


Su talento parece ir más allá de sesiones fotográficas, diálogos noveleros y romances vampirescos adolescentes. Robert Pattinson es el nuevo galán de Hollywood.
El actor de 26 años afronta el reto de convencer a una multitud —que no piensa mucho en su futuro fuera de Forks— de que puede meterse en la piel de otros personajes y transmitir algo más; demostrar que no es solo una cara bonita.
Su papel de Edward Cullen en la Saga Crepúsculo ha tenido tal impacto mediático que no le será fácil desprenderse de la imagen de vampiro adolescente, frío y forajido, que ha mantenido cautiva a esta nueva generación durante cuatro años.
Con actitud y disposición a mermar en el mar de tiburones de la industria hollywoodense, la estrella ya deja aires de ser un fuerte candidato para protagonizar grandes producciones de la industria, y crear un estándar con su imagen, apostando a su versatilidad.
Sobre Cullen, Pattinson dijo a la revista Shortlist: “Cuando interpretas un papel durante tanto tiempo acabas estancándote y te sientes inútil para hacer otras cosas. Ya no sabes qué dirección dar a tu carrera. No quiero decir que me arrepienta o que quiera escapar del pasado, pero creo que me estoy quedando sin inspiración”.
Aunque es británico y necesita clases para adoptar el acento de la tierra que lo vio nacer, y pésimo a la hora de besar frente a las cámaras, la estrella no para de derrochar simpatía, la misma que le alcanzó para llevarse el premio a mejor beso en la última entrega de los MTV movie awards, en su boda con “Bella”.
Pero ¿está sacándole provecho a la enorme popularidad que logró con Crepúsculo? Lo cierto es que desde que su estatus se elevó en la industria, no ha parado de actuar.
“En la farándula estadounidense él es multifacético. Como actor, ha sabido manejar de manera óptima su imagen a nivel comercial. Estoy segurísimo de que crecerá. Da para muchas cosas más”, asegura Christian McGaffney, protagonista de la obra teatral High.

Y es que su talento rebasó los límites del arte escénico, pues también es un virtuoso músico. Los temas Never think y Let me sign, de su autoría e interpretación, formaron parte de la banda sonora de Crepúsculo.

Para la película Recuérdame (2010) Pattinson se conectó con sentimientos más profundos. Brilló al expresar la desdicha y optimismo a raíz de la pérdida de un ser querido, movido por el amor.

En Agua para elefantes interpretó a Jacob, un joven envuelto en un hilo realista cargado de romance. Rompió esquemas.

Sus personajes siempre poseen una carga de frialdad y misterio. “Tiene una mirada muy inquietante que hipnotiza. Su porte de chico enigmático es uno de sus principales atributos. No es el típico galán musculoso”, describe Mariana Colmenares, aficionada de Pattinson.

Con el estreno de Bel Ami, el actor usó todo el arte de seducción en su haber dando vida a George Duroy, un hombre obsesionado por la fama y el sexo. Trasladó encanto y ambición al personaje.

Ahora, las miradas se posan en su camino para largar la piel de vampiro. Interpreta en Cosmopolis a Eric Packer, un billonario que viaja por las calles de Manhattan en limusina, en una travesía por cortarse el cabello, mientras el caos inunda a la ciudad. El filme se estrenó el pasado 25 de mayo en el festival de Cannes.

Laura Vieira, animadora, afirma que Pattinson logra una química impresionante al protagonizar. “Tiene un físico ideal para papeles principales. Como muchos británicos, su sexappeal y encanto es innegable. La transición a otros personajes se le hará fácil y rápido”.

Despreocupado, sencillo y ambicioso, Robert Pattinson promete sorprender con futuros roles en la pantalla grande, que no pararán de conmocionar a sus seguidores. De la Saga Crepúsculo solo queda un Amanecer (parte 2), que estrena en noviembre. ¿Le alcanzará?
Fuente:  panorama
Via: diariotwilight

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