CINE | "Polvo de estrellas" de David Cronenberg (I) | La parada de los monstruos
Puede contener pequeños spoilers
Por Leonardo Maladonado
Los críticos de
La Nación online calificaron de la siguiente manera los estrenos de cine del jueves 23 de octubre:
Barroco (Estanislao Buisel),
buena;
El amor en los tiempos de selfies (Emilio Tamer):
buena (en el trailer se nota claramente que se trata de un film pobrísimo tanto a nivel de la trama como de la puesta en escena);
El último amor (Sandra Nettelbeck):
buena; de
Annabelle (John R. Leonetti) no consta la calificación y
Polvo de estrellas (David Cronenberg):
buena.
Pareciera que todo fuera lo mismo para estos reseñistas; un claro ninguneo al cine de autor (lo mismo sucedió un par de semanas atrás con Magia a luz de la luna, del gran Woody Allen).
Pregunta: el cine de Cronenberg: ¿es igual de bueno que el del resto de los realizadores que estrenaron sus films esta semana? Acaso los mundos que propone, ¿son igual de creativos, de sensibles, de perturbadores y personalísimos como los representados por los otros directores? Clarín y Página/12 le reconocen otro estatuto: para el primero su último film es muy bueno (¡por fin Clarín no miente!) y el segundo lo aprueba con un ocho.
Si en
Mullholand Drive (David Lynch, 2001) una joven actriz, ingenua, bella y rubia, llegaba a la denominada Meca del Cine con el sueño de convertirse en una celebridad y de a poco ingresaba en una pesadilla, en
Polvo de estrellas Cronenberg nos ahorra la secuencia del sueño americano. La misteriosa, joven y rubia
Ágatha (Mia Wasikowska), que esconde tanto como puede las quemaduras de su piel producidas en un lejano incendio, no está interesada ni en el glamour ni en el ingreso en el mundo de las películas. Lo que busca es reencontrarse con su hermano menor,
Benji (Evan Bird), de trece años, un
galancito caprichoso que ha triunfado gracias al desmedido trabajo de sus padres por introducirlo en el mundo del showbussiness. Ágatha, que parece
psíquicamente perturbada, lo necesita para explicarle algunos eventos ocurridos en el pasado y concretar una ceremonia que se deben. Por azar, consigue emplearse como asistente personal de
Havana (Julianne Moore), una actriz
emocionalmente inestable que trata de hacer lo imposible por obtener el papel de su vida: ser la protagonista de la remake de una película en B&N protagonizada por su madre, famosa actriz en su tiempo.
Para seguir leyendo clic en leer más